Actualmente, en el Congreso de EE.UU., hay un debate que requiere su voz y perspectiva como creador de música o propietario de derechos de autor.
El debate comenzó cuando los titulares de licencias de música se dirigieron a miembros del Congreso preocupados por el ingreso de nuevas empresas al sector de las organizaciones de derechos de interpretación (PRO, por sus siglas en inglés) y por cómo las PRO distribuyen regalías. Como era de esperar, su carta se centraba únicamente en la perspectiva de los licenciatarios de música, sin tomarlos en cuenta a ustedes: los autores, compositores y editoras de música que se ganan la vida con las regalías por derechos de interpretación pública recaudados por las PRO.
Creemos que el objetivo de estos licenciatarios no es cuestionar cómo funciona el mercado o llamar la atención sobre las nuevas PRO, que en realidad han ganado muy poca tracción en la industria; más bien, en última instancia, buscan pagar menos por su trabajo creativo. Por desgracia, esto no es nuevo. Los titulares de licencias y sus grupos de presión llevan años esgrimiendo argumentos falsos y engañosos como estos con ese mismo objetivo. Y como siempre lo hemos hecho, BMI continuará abogando incansablemente en su nombre para evitar que esto suceda.
Este acercamiento al Congreso ha provocado la actuación de la Oficina de Derechos de Autor de EE.UU., que ha emitido una solicitud de comentarios a las partes interesadas en nuestra industria acerca de cómo funciona el mercado de las PRO. Es fundamental que la Oficina de Derechos de Autor escuche su opinión. Hemos preparado una carta que aborda toda la perspectiva de las cuestiones planteadas y expone claramente la intención de estos licenciatarios de pagarle menos por su música. Le pedimos que sume su firma para hacer saber al Congreso el impacto que esto podría tener en usted y la necesidad de salvaguardar sus derechos y regalías.
BMI está trabajando activamente con nuestros socios en la industria y el Capitolio para asegurar que su perspectiva esté al frente y en el centro de las discusiones. Juntos, nuestra voz será amplificada en este importante debate.
Gracias de antemano por su apoyo. Cada voz cuenta.
11 de febrero de 2025
Shira Perlmutter
Registradora de Derechos de Autor
Oficina de Derechos de Autor de EE.UU.
950 Pennsylvania Avenue NW
Washington, D.C. 20559-6000
Estimada directora Perlmutter:
Nos dirigimos a usted en respuesta a la Notificación de Investigación (NOI) publicada por la Oficina de Derechos de Autor de EE.UU. en el Registro Federal el 10 de febrero de 2025, titulada “Cuestiones relacionadas con las Organizaciones de Derechos de Interpretación” (PRO, por sus siglas en inglés). Entendemos que esta investigación se inició en respuesta a una carta enviada a usted en septiembre de 2024 por tres miembros del Congreso estadounidense. Creemos firmemente que esa carta se centraba únicamente en la perspectiva de los titulares de licencias de música y no tenía en cuenta nuestra perspectiva como autores, compositores y editoras de música, quienes nos ganamos la vida con las regalías por derechos de interpretación pública recaudados por las PRO. Asimismo, estamos igualmente decepcionados de que las preguntas planteadas en su investigación también se enfocan en los usuarios de la música y no en sus creadores. Esto es preocupante, ya que es evidente que la intención de la carta de los congresistas es cuestionar la eficacia del mercado de licencias de música con el fin de promover una agenda específica de regulaciones adicionales a las PRO y en última instancia permitir a los licenciatarios pagar menos a los creadores de música y a los propietarios de derechos de autor por el uso de nuestro trabajo creativo.
Por desgracia, esto no es nuevo. Los licenciatarios y sus grupos de lobby llevan años esgrimiendo los mismos argumentos falsos y engañosos con ese mismo objetivo. Ahora están utilizando la aparición de nuevas PRO – que han avanzado muy poco en adquirir algún porcentaje de participación en repertorios realmente utilizados por licenciatarios – como pieza central de su renovada campaña a favor de mayor regulación.
Sabemos que la llegada de nuevas empresas es prueba de un mercado competitivo, dinámico y funcional. La competencia, especialmente para los creadores, es positiva. Por otra parte, entendemos que es fundamental que los licenciatarios sepan quién representa la música que utilizan en sus negocios y, como representantes de nuestro repertorio, que las PRO sean claras sobre sus catálogos. Con este fin, BMI y ASCAP ya han puesto en marcha una solución industrial llamada Songview, que proporciona transparencia en torno a la titularidad de los derechos de autor. Si otras organizaciones no están tan comprometidas con la transparencia, ya existen leyes estatales en todo el país que regulan las PRO y protegen a los consumidores de prácticas comerciales engañosas. No creemos que sea necesaria una nueva regulación o supervisión sobre nosotros como creadores o BMI, la PRO que recauda y distribuye nuestras regalías. Lo que se requiere es simplemente la aplicación de las leyes y reglamentos ya existentes.
En la industria musical actual, los servicios de streaming y las fracciones de centavos que pagan por reproducción han hecho que nos resulte aún más difícil ganarnos la vida. Ahora, más que nunca, dependemos de los derechos de interpretación pública para sobrevivir. Por eso también observamos con interés la solicitud para que la Oficina evalúe la recaudación y distribución del dinero proveniente de las licencias generales. Como sabe, se trata de una categoría amplia que incluye, entre otros, bares, restaurantes y otros locales más pequeños con actuaciones en vivo, y es bien sabido que el uso de la música en esta categoría es la más difícil de registrar. Además, cada dólar que las PRO gastan en el seguimiento de datos significa menos dinero en nuestro fondo de regalías.
Una vez más, creemos que se trata de una problemática falsa planteada por los usuarios de música con el propósito específico de reducir las tarifas por derechos de licencia. Sin embargo, incluso si aceptamos que esta preocupación es sincera, está claro que la solución a este supuesto problema no debería recaer sobre nosotros y nuestras PRO. La obligación de los usuarios de música de pagar por el derecho de interpretación pública existe independientemente y sin relación con las prácticas de distribución de las PRO. Si los licenciatarios están realmente preocupados por la distribución de las regalías, nosotros y nuestras PRO agradeceríamos que nos enviaran información adicional para registrar de mejor manera el uso que hacen de nuestra música en sus negocios.
Por último, en lo que respecta a los recintos de conciertos en vivo, es práctica habitual que los licenciatarios deduzcan las tarifas por las licencias de interpretación pública directamente de los bolsillos de los artistas que actúan en sus locales (artistas que generalmente suelen ser compositores). Creemos que sería útil saber hasta qué punto está extendida esta práctica y si los costos totales que deducen superan lo que pagan por las licencias de interpretación pública, si y cuando el recinto realmente ha gestionado las licencias necesarias.
Es importante destacar que los compositores son los pequeños empresarios por excelencia que trabajan arduamente en su profesión y merecen una compensación justa. Ya somos el segmento más regulado de la industria musical. Los PRO existen para garantizar que podamos seguir ganándonos la vida a través de nuestro oficio y continuar creando la música que es un poderoso motor de la economía estadounidense y que se disfruta ampliamente en todo el mundo.
Gracias por su atención a nuestras opiniones sobre este asunto.
Atentamente,