Una charla con la Sonera del Mundo, Aymée Nuviola
La cantante y compositora Aymée Nuviola no se ganó el apodo de la Sonera del Mundo por nada. Como defensora incansable de la comunidad afrolatina y afrocubana, Nuviola también es embajadora de la música latina de todas sus variedades, pasando sin problemas de un género a otro con una base de formación clásica. Nuviola ha lanzado varios aclamados discos y realizado giras por todo el mundo, ha ganado premios –un GRAMMY y un Latin GRAMMY–, colaborado en varios álbumes ganadores del GRAMMY, interpretó al ícono musical Celia Cruz en la serie de Telemundo, Celia, y fue nombrada una de “Las 25 mujeres más poderosas de 2021” por People En Español. En honor al Mes de la Herencia Hispana, BMI conversó con la artista afrocubana sobre su notable carrera, sus raíces creativas y su apasionado papel como emisaria de la música.
En este Mes de la Herencia Hispana, ¿qué significan tus raíces para ti y cómo influyen en tus composiciones?
La herencia hispana se adquiere como inmigrante en Estados Unidos, donde realmente nos nutrimos de la inmensa riqueza cultural de cada uno de nuestros pueblos representados en este país. Es fundamental para mí, como artista, poder captar y ofrecer al mundo el gran potencial de nuestra gente. Sin esta riqueza cultural que aportamos al convivir en Estados Unidos, mi arte no sería tan potente ni tan genuino.
Has dicho que la música es como una isla sin fronteras. ¿Qué esperas que la audiencia se lleve de tu música?
Al nacer en una isla del Caribe, las personas pueden minimizar nuestra riqueza intelectual o cultural, midiéndola a través de dimensiones geográficas. Pero la realidad es que en Cuba se han creado ¡33 géneros musicales! Con esto quiero decir que en mi ADN musical no hay fronteras ni pequeños territorios.
Has ganado un premio GRAMMY y un Latin GRAMMY; has sido nombrada entre “Las 25 mujeres más poderosas de 2021” de People En Español; estás acreditada como una de las fundadoras del género TIMBA; interpretaste a Celia Cruz en la serie de Telemundo ‘Celia’. ¿De qué logro te enorgulleces más?
En primer lugar, quiero decirles que me siento muy orgullosa, bendecida y agradecida con las personas e instituciones que me han brindado la oportunidad de lograr todo esto. No hago ni logro nada yo sola en este mundo. Creo que mi mayor logro en la vida, después de conocer y seguir a Dios, es poder hacer las cosas con humildad y excelencia. Cuando alguien me reconoce en la calle, puedo ver que se siente dignamente representado por mí en todo lo que mencionaste anteriormente.
Por eso iré por más. Le pido a Dios que me dé salud y una larga vida para poder dejar un legado digno en esta tierra como una inmigrante más que también vino por el sueño americano y lo alcanzó.
¿Cuál es el mejor consejo que recibiste cuando aún estabas comenzando tu carrera en la música?
Te cuento que al principio solo recibía consejos desde el punto de vista musical. Todo en mi entorno era muy inocente. Cuando comencé a viajar con una orquesta de 18 personas, la vida te da sorpresas y comienzas a necesitar apoyo y consejos que puedan fortalecerte y ayudarte a continuar. Si ese consejo viene de un artista gigante, ¡vale el triple! A los 19 años, estaba participando en un festival de música en Cancún, México, y allí conocí a mi querido Johnny Ventura, y tuvo la amabilidad de invitarnos a la boda de Willy Colón para que conociera a ¡Celia Cruz! ¡Imagina! Fue mi primer gran consejo en la vida musical. Celia me miró fijamente y me dijo: “Cuida bien tu garganta, porque es tu instrumento de trabajo y por lo tanto tu apoyo económico. Nunca pierdas tiempo en cosas que la pongan en riesgo”. Celia se quitó los aretes y me los dio. Esa fue una declaración poderosa que siempre llevo conmigo.
Qué parte del proceso te brinda más satisfacción: ¿componer, grabar o interpretar?
Difícil, esa pregunta… Te diría que las tres etapas son extremadamente poderosas y reconfortantes y es el proceso definitorio de la vida de un artista/compositora.
El proceso creativo es doloroso, pero vital. Siempre que me siento al piano a componer, sufro. Pero cuando la canción nace, la alegría es como tener un bebé recién nacido en tus brazos. La segunda parte es el estudio. Allí, entre productores y músicos, la canción crece a dimensiones nunca imaginadas y muy a gusto.
Pero el escenario es vital para poder terminar a lo grande este círculo de la vida. Por eso todos debemos cuidarnos, vacunarnos para salir pronto de esta pandemia y poder reunirnos sin ninguna preocupación. La vida de un artista depende mucho del escenario y del contacto con el público.
¿Qué papel ha desempeñado hasta ahora BMI en tu camino?
BMI nos protege a nosotros y nuestros derechos de autor en este país. Mi primer ingreso económico que me ayudó a consolidarme como artista y poder vivir de mis composiciones fue defendido por BMI. Mi agradecimiento y mi respeto a todos aquellos que hacen posible que mi obra musical esté protegida.
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