Derechos de autor

Su composición está protegida por los derechos de autor automáticamente cuando la obra es “creada”, lo que la ley define como “fijada” en una copia o una grabación por primera vez. Se recomienda el registro de sus derechos de autor, pero no es obligatorio. BMI no registra los derechos de autor de las obras por usted.

Si desea registrar los derechos de autor de sus obras, que es lo que recomendamos, visite copyright.gov.

Al registrar sus derechos de autor en Estados Unidos, su obra está protegida en los territorios adheridos a la Convención de Berna.

Sí. Su obra está protegida en Estados Unidos. Sin embargo, para recibir la totalidad de los beneficios de la ley de derechos de autor de EE.UU. (como la posibilidad de demandar por plagio en EE.UU.), usted también debe registrar su obra en la Oficina de Derechos de Autor de EE.UU.

Derecho de ejecución pública
Otorgado por la Ley de Derechos de Autor de Estados Unidos, el derecho de ejecución pública es exclusivo del propietario de los derechos de autor quien autoriza la ejecución o transmisión pública de una obra protegida por derechos de autor.

Licencia de ejecución pública
BMI emite licencias en nombre del propietario de los derechos de autor o del agente del propietario de los derechos de autor que conceden el derecho a interpretar la obra o a transmitirla en público.

Derecho de reproducción
Otorgado por la Ley de Derechos de Autor de Estados Unidos, el derecho de reproducción es el derecho exclusivo del propietario de los derechos de autor para autorizar la reproducción de una obra musical protegida por derechos de autor, en CD, discos, cintas, tonos de llamada, descargas digitales permanentes y streams interactivos.

Licencias mecánicas
El Mechanical Licensing Collective administra licencias generales en nombre de los propietarios de derechos de autor para los servicios de streaming y descargas elegibles (proveedores de servicios digitales o DSP) en Estados Unidos.

Licencia de sincronización
Los propietarios de los derechos de autor, normalmente una editora de música, emiten una licencia de sincronización, normalmente a un productor ú otro creador de medios visuales, que le otorga el derecho a sincronizar una composición musical con imágenes visuales en película o vídeo (en películas, programas de televisión, anuncios publicitarios, vídeos en línea, etc.).

La información de las editoras, incluida la de contacto de las editoras afiliadas a BMI, está disponible a través de nuestra búsqueda de repertorio en línea.

Registrar los derechos de autor no es obligatorio, pero es muy recomendable, ya que hacerlo le dará cierta protección bajo la ley de derechos de autor en caso de que tenga que demandar a alguien por usar su canción sin permiso.

El registro de canciones de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos hace que su reclamo de autoría sea público y puede ayudar en caso de que haya una disputa sobre el crédito o el momento.

Por supuesto, la Biblioteca del Congreso no proporciona defensa legal frente a material robado o infringido, pero puede proporcionar documentación escrita o grabada de sus derechos de autor en caso de que sea necesario.

Sí, una nueva versión de una canción antigua, que también se conoce como obra derivada, debe registrar los derechos de autor, y debe explicarse las maneras en que ha sido alterada con respecto a la versión anterior.

A pesar de que su canción está técnicamente protegida por los derechos de autor desde el momento en que termina de escribirla, no está de más que registre los derechos de autor en la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos. Registrar una canción en BMI sólo le permitirá recibir derechos de interpretación si esa canción se interpreta; no le da protección bajo la ley de derechos de autor.

Para más información sobre derechos de autor, visite la página de compositores y derechos de autor de BMI.

Es probable que a usted también le interese la serie de artículos “C in a Circle” sobre algunos de los matices de los derechos de autor:

Signing Away Your Copyright: Joining Forces With A Publisher
Copyright Short Subjects
When Copyrights Go To Court
Exceptions To The Rule: When Unlicensed Uses of a Copyright Are Not Infringements
Now Showing: The Facts of (Copyright) Life and The (Copyright) Terminator
C in a Circle

La ley de derechos de autor de EE.UU. define la “interpretación pública” de música como cualquier música que se reproduzca fuera del círculo normal de amigos y familiares, y que tenga lugar en cualquier lugar público. También se produce una interpretación pública cuando la música se transmite al público, a través de la radio, emisiones de televisión, proveedores de servicios digitales y cualquier otro medio. Los autores, compositores y editoras de música tienen el derecho exclusivo a interpretar su música en público y autorizar a otros que hagan lo mismo bajo la ley de derechos de autor. Esto se conoce como el “Derecho de interpretación”.

Los derechos del BMI son derechos de interpretación que se obtienen cuando una obra musical se interpreta públicamente. La interpretación pública se produce cuando una canción se canta o se interpreta, grabada o en directo, en la radio y la televisión, así como a través de otros medios como los servicios de streaming en internet, los conciertos en vivo y los servicios de música programada. BMI otorga licencias para interpretar, utilizar o emitir música de su amplio repertorio a cientos de miles de usuarios de música en lugares públicos, como emisoras de radio y televisión, hoteles, clubes, universidades, restaurantes, tiendas, etc.

El derecho “mecánico” es el derecho a reproducir una pieza de música en CDs, DVDs, discos o cintas. (La reproducción no mecánica incluye la elaboración de partituras, por las que la editora paga derechos al compositor).

Cuando se reproduce música en la banda sonora de una película o programa de televisión, la reproducción se denomina “sincronización”, y la licencia que debe obtener el productor de cine o televisión se llama licencia de sincronización.

Las compañías discográficas y los productores de cine y televisión pagan los derechos mecánicos y de sincronización directamente al propietario de los derechos de autor, que suele ser la editora, o a su representante. La agencia Harry Fox, 40 Wall Street, Nueva York, NY 10005, (212) 834-0100, harryfox.com, representa a muchas editoras estadounidenses en la concesión de licencias mecánicas y de sincronización y en el cobro de las tarifas correspondientes a las compañías discográficas y los productores que las necesitan.